El espíritu del feng shui simboliza armonía y equilibrio, nos incita a respetar la naturaleza y sus movimientos y estamos aportando los nutrientes necesarios para crear un lugar tranquilo, relajado y bello.
El Jardín Feng Shui debe tener un propósito específico. Cada árbol, planta y objeto deben ocupan el lugar indicado para equilibrar los cinco elementos y permitir que el Chi(flujo vital de energía) transite libremente.
El Feng Shui trabaja con la belleza de la naturaleza por eso deben estar representados en el jardín sus tres elementos más importantes: el Agua, la Montaña y la Vegetación.
Las piedras, rocas y peñascos simbolizan la Montaña, otro elemento muy importante para el Feng Shui y combinadas con un follaje tupido y bien cuidado, diversificando formas, colores y texturas ayudan a mantener el equilibrio Yin y Yang.
El Agua en un jardín Feng Shui es otro elemento que no puede faltar. Puede introducirse a través de fuentes, estanques o bebederos para aves y estarán siempre en movimiento. Su ubicación ideal es frente a la casa y no en los lugares posteriores. Aportan belleza energía y estimulan la calma interior.
La Vegetación, se materializa en una gran variedad de flores, árboles y arbustos saludables y cuidadosamente cortados para que los diferentes elementos puedan mantener un equilibrio permanente.
Los Colores juegan un papel muy importante en el Feng Shui ya que son los que reflejan energía positiva y curativa. Los tonos fríos como el violeta y el blanco tienen un efecto calmante, mientras que los cálidos como el rojo y el amarillo aumentan el nivel de energía.
El flujo del Chi debe moverse tanto como quiera, y es por eso que que los espacios deben ser sencillos y lo más rectos posibles. Los caminos y senderos o elementos similares pueden jugar con las formas curvilíneas tanto como se desee.
Los Caminos que lleven hacia la puerta de nuestra casa, deben estar libres y limpios y en el caso de grandes arboledas rectilíneas podemos dejar que algunas plantas se desborden con el fin de canalizar energía.