Los jardines de invierno, al estar construidos principalmente de vidrio, ofrecen muy poca aislación térmica tanto en verano como en invierno, haciendo que la climatización artificial de estos ambientes represente un desafío.
Para optimizar la efectividad de nuestro sistema de calefacción o aire acondicionado en jardines de invierno, se recomienda utilizar vidrios dobles, los cuales funcionan como aislante térmico sin alterar la visual desde el interior del ambiente.
Pero a pesar de los esfuerzos por maximizar el rendimiento de nuestros sistemas de climatización, a la hora de dimensionar su capacidad vamos a tener que ajustar los cálculos si queremos disfrutar una temperatura ambiente durante todo el año.
Sin dudas las ganancias térmicas por radiación en los espacios con grandes superficies vidriadas como las de los jardines de invierno, constituyen el principal desafío del diseñador termomecánico a la hora de efectuar el cálculo de la potencia frigorífica a instalar, ya que de por sí, la radiación solar que incide sobre el edificio puede generar importantes ganancias de calor tanto indirectas como directas. Cuando éstas se dan a través de superficies opacas (muros y cubiertas, por ejemplo) se denominan indirectas, y cuando ocurren a través de superficies transparentes, como el vidrio, se llaman directas.
En el método del balance térmico se recomienda calcular las ganancias indirectas por medio del parámetro temperatura sol-aire (ganancias por conducción). El factor de ganancia solar del vidrio (fgs), se relaciona con el tipo de superficie transparente y representa la radiación directa que puede atravesarla. Se trata de una fracción entre 0 y 1, donde 0 representaría una superficie totalmente opaca y 1 indicaría una superficie totalmente transparente. Generalmente un vidrio claro de 3mm tiene un fgs de 0.88, mientras que uno de 6mm tiene un fgs de 0.84. Algunos cristales de color pueden reducir su fgs a 0.40, en tanto algunos cristales reflejantes pueden llegar a reducirlo hasta 0.20. Sin embargo es importante tomar en cuenta que los cristales de color y los reflejantes también reducen las ganancias de calor cuando estas serían deseables (en invierno) y que pueden llegar a obstruir de manera significativa las vistas al exterior de su jardín de invierno.
